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Mis Fantasmas Favoritos

"I am just going outside and may be some time."



Pintaban bastos para los Celtics en el otoño de 1992 tras la retirada de Larry Bird. Para ocupar su puesto, los Celtics contrataron al agente libre Xavier McDaniel. El "X-Man" era un jugador intenso, un buen reboteador y un defensor durísimo, pero ni de lejos un jugador comparable a Bird, sobre todo en el aspecto ofensivo.



Para más inri, su elección de primera ronda esta temporada, Jon Barry, rechazó la oferta de los Celtics y aunque pasaron meses seguía sin firmar un contrato; nunca llegaría a debutar con los de Boston. Por si faltaba algo, apenas empezar Ed Pinckney se lesionó gravemente una rodilla y sería baja para toda la temporada, obligando al equipo a desempolvar al semi olvidado Joe Kleine. Con McHale y Parish convertidos en jugadores vulgares a estas alturas de sus carreras, los Celtics se plantaron en un descorazonador 2-8 que llevaba escrita la palabra "lotería".

No contaban con Chris Ford. Una vez más, Ford reconstruyó el equipo básicamente con palitos y barro, y salió adelante. Para completar la rotación, traspasaron los derechos sobre el "indomable" Barry a los Bucks a cambio del alapívot Alaa Abdelnaby. Aunque Abdelnaby nunca llegó a ser ni una sombra de lo que prometía, al menos de momento les hacía el avío desde el banquillo.



Con Reggie Lewis como único jugador destacado, Chris Ford aplicó un sistema de rotaciones con muchos jugadores, variando sensiblemente la política de temporadas anteriores. Dee Brown era el base rápido, alternándose como Sherman Douglas que era el base director; en las alas estaban Reggie Lewis, Kevin Gamble, Rick Fox y Xavier McDaniels; por dentro, Kevin McHale, Robert Parish, Alaa Abdelnaby y Joe Kleine. Soprendentemente, los Celtics levantaron el vuelo una vez más, alcanzaron unas inesperadas 48 victorias y, aunque no lograron revalidar el título de división, se plantaron en playoff ante los Hornets de Johnson y Mourning con ventaja de cancha.

Los Celtics ganaron el primer partido cómodamente, 112-101. No es eso lo que se recuerda de esa noche, sin embargo: de camino hacia otro magnífico partido, Reggie Lewis sufrió un colapso repentino y se desplomó sobre la cancha. Llevado a toda prisa a un hospital, se le diagnosticó una arritmia de origen desconocido, y de momento se le prohibió volver a jugar en lo que quedara de playoffs.

Sin Lewis los Celtics eran otro equipo; a pesar de pelear hasta el final de la segunda prórroga, los Celtics perdieron el factor cancha 98-99. El tercer partido fue aún peor, una humillante paliza 119-89. La serie finalizó en el cuarto partido, que los Hornets parecían tener en su mano ganando de 20 al empezar el último cuarto pero que después de una ferocísima remontada de los Celtics se decidió en una famosa canasta en suspensión de Alonzo Mourning sobre la bocina, 104-103 Charlotte.

¿Quién se acuerda hoy de eso? Apenas un par de meses después, Reggie Lewis se estaba tirando unas canastitas con un amigo cuando sufrió una parada cardíaca que no pudo remontar. Defecto congénito o consumo oculto de drogas, qué más da. Era joven, era uno de los nuestros y había muerto.

quote:
The real tragedy is that right now we should be sitting around saying, 'Reggie has a pacemaker and can't play basketball, and that's really sad.' Instead, we have to sit and mourn him.
Kevin McHale




Y Kevin McHale anunció su retirada. A veces me parece que el final de los 80 y principios de los 90 es poco más que un desfile de aleros de los Celtics saliendo por la puerta antes de tiempo. Y dando gracias cuando es sólo por una lesión crónica.

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