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Mis Fantasmas Favoritos

Draft 1990

Draft 1990:

2ª ronda nº 52 – Stefano Rusconi

Poco que comentar. Los Cavs habían enviado su primera ronda a Clippers en el traspaso de Harper, y tuvieron que soportar de ver la humillación de que con ella eligieran a un buen jugador, Loy Vaught. Considerando que aún estaban disponibles Willie Mays, Dave Jamerson, Duane Causwell, Gerald Glass, Tate George, Dwayne Schintzius, Alaa Abdelnaby o Tate George, tiene que ser doloroso ver cómo para un año que Clippers medio acierta, es con tu ronda.

A finales de la temporada traspasaron los derechos sobre Rusconi a los Suns a cambio de los derechos sobre Milos Babic. Las consecuencias fueron tan intrascendentes como parecen.


¡Ahora juego en Irán!

Altas y Bajas

Las altas y bajas para la siguiente temporada fueron igualmente poco destacables. Se fichó a los agentes libres Gerald Paddio y Henry James para el fondo de banquillo, mientras que Mokeski y “Tree” Rollins partieron rumbo a otras toallas, igual que harían Bennett y Chievous antes de terminar el año. Sin embargo, ello no debe hacernos pensar que esta postemporada no tuvo noticias reseñables.

Si recordáis, la década de los ochenta trajo consigo uno de los fenómenos más curiosos de la negociación baloncestística: el “agente libre restringido”. El jugador se convertía en agente libre, pero su club tenía el derecho de igualar la oferta que hiciera otro equipo. El caso más recordado es la descomunal oferta que los Pistons hicieron a Jon Koncak, y la sorprendente decisión de los Hawks de igualarla. Pues bien, los Miami Heat hicieron lo mismo con John “Hot Rod” Williams, ofreciéndole el contrato más caro de la liga en ese momento. Embry no podía consentir la marcha de Williams justo después de su mejor temporada y de que el público se le echara encima por el traspaso de Harper, así que decidió igualar la oferta.

Bien. Aunque no diera un rendimiento acorde con su megacontrato, al menos John Williams fue un buen jugador que aportó muchas cosas a los Cavs. Pero la decisión de ofrla izquierda. Se perdió el resto de la temporada, y al menos en mi opinión a pesar de que volvería a un grandísimo nivel no fue ya el mismo jugador.

El equipo quedó temporalmente en manos de Morton y Bennett, para terror de los aficionados, hasta que se repescó a Darnell Valentine de su exilio al otro lado del Río Grande. Aunque la carrera NBA de Valentine había resultado un tanto decepcionante (se siente, esto se lo lleva por no contestar a los emails), este año su llegada salvó a los Cavs de un desastre aún mayor con un rendimiento muy aceptable.

Por lo demás, la llegada de Danny Ferry al equipo resultó anticlimática: no jugó mal, pero tampoco destacadamente bien, no demostró la buena mano que se le presuponía y no fue capaz de mejorar el rendimiento de un “Chucky” Brown. En el resto de rotación, la necesidad de contar con un jugador más físico llevó a Wilkens a postergar a Steve Kerr en favor de Gerald Paddio, un escolta-alero más atlético.


No debiste cortar a Johnny Newman, forastero.

Como cabe suponer de la lista de nombres poco sugerentes mencionados en los párrafos anteriores, los Cavs fueron a la deriva sostenidos solamente por la pareja interior Daugherty-Nance. A pesar de su buen trabajo, el resultado fue decepcionante: 33 victorias y primera ausencia de playoff desde el año rookie de Daugherty, Price y Williams.
04/05/2006 12:38 Enlace permanente. Tema: <=$temas[1];?> No hay comentarios. Comentar.

Draft 1990

Draft 1990:

2ª ronda nº 52 – Stefano Rusconi

Poco que comentar. Los Cavs habían enviado su primera ronda a Clippers en el traspaso de Harper, y tuvieron que soportar de ver la humillación de que con ella eligieran a un buen jugador, Loy Vaught. Considerando que aún estaban disponibles Willie Mays, Dave Jamerson, Duane Causwell, Gerald Glass, Tate George, Dwayne Schintzius, Alaa Abdelnaby o Tate George, tiene que ser doloroso ver cómo para un año que Clippers medio acierta, es con tu ronda.

A finales de la temporada traspasaron los derechos sobre Rusconi a los Suns a cambio de los derechos sobre Milos Babic. Las consecuencias fueron tan intrascendentes como parecen.


¡Ahora juego en Irán!

Altas y Bajas

Las altas y bajas para la siguiente temporada fueron igualmente poco destacables. Se fichó a los agentes libres Gerald Paddio y Henry James para el fondo de banquillo, mientras que Mokeski y “Tree” Rollins partieron rumbo a otras toallas, igual que harían Bennett y Chievous antes de terminar el año. Sin embargo, ello no debe hacernos pensar que esta postemporada no tuvo noticias reseñables.

Si recordáis, la década de los ochenta trajo consigo uno de los fenómenos más curiosos de la negociación baloncestística: el “agente libre restringido”. El jugador se convertía en agente libre, pero su club tenía el derecho de igualar la oferta que hiciera otro equipo. El caso más recordado es la descomunal oferta que los Pistons hicieron a Jon Koncak, y la sorprendente decisión de los Hawks de igualarla. Pues bien, los Miami Heat hicieron lo mismo con John “Hot Rod” Williams, ofreciéndole el contrato más caro de la liga en ese momento. Embry no cky_Brown.jpg" />

La consecuencia lógica de la buena temporada precedente fue la devaluación de la primera ronda del draft de los Cavs para este año. Con la antepenúltima elección del draft, los Cavs eligieron a John Morton, un escolta anotador espléndido que quizás carecía de nivel para la NBA pero que en la ACB rindió con brillantez. Se podría decir que quizás los Cavs pudieran haber pillado alguno de los “robos” posteriores (Vlade Divac, Sherman Douglas, Clifford Robinson, Dino Radja), pero si fallaron con la primera en cambio acertaron con la elección de segunda ronda: “Chucky” Brown fue un auténtico hallazgo, un jugador útil que tendría una larga carrera como suplente válido o titular de relleno en la NBA que culminó en un brillante anillo de campeón con los Rockets. A pesar de su notoria reticencia a cambiar de equipo, por supuesto. Otras dos segundas rondas que pertenecieron a Cleveland dieron peor resultado: la nº 26, enviada a Dallas a cambio de Mark Price años antes, se convirtió en Jeff Hodge (ni siquiera debutó), mientras que la última de las incluidas en el megatraspaso con los Suns fue el base Greg Grant con la nº 25, otro jugador apenas reseñable.

Altas y Bajas

Este año volvía a tocar expansión, ahora con los Orlando Magic y Minnesota Timberwolves, pero la compactación del banquillo de los Cavs les permitió proteger adecuadamente a sus activos más valiosos. Solamente perdieron los derechos sobre una quinta ronda del draft de 1985 que ni había debutado ni debutaría jamás en la NBA: nuestro muy estimado, y nunca bien ponderado Gunther Behnke, cuyos derechos recorrerían la NBA a lo largo y ancho sin que su larguísimo cuerpo se moviera de Alemania (Occidental, por supuesto). De alguna manera, Cleveland logró reponerse de tan seria pérdida recuperando inmediatamente al agente libre Paul Mokeski. Por poco empezamos la temporada sin un paquete blanco, ¿eh?

Otra pérdida casi tan intrascendente a estas alturas fue la del veterano Phil Hubbard, que decidió retirarse. El puesto de “tres” quedó definitivamente cojo cuando Mike Sanders, que a la sazón era agente libre, decidió no renovar y optó en cambio por fichar por los Indiana Pacers.

Para cubrir estas ausencias, los Cavaliers repescaron a Winston Bennett de la CBA y obtuvieron al base Steve Kerr de los Suns a cambio de una futura segunda ronda (Mark Buford, de 1993). Kerr apenas había jugado en Phoenix, pero en Cleveland se unió a la ya larga lista de jugadores que fueron saliendo de la oscuridad y estableciéndose como secundarios útiles en los Cavs.



Teóricamente, debería tratarse dentro de la temporada, pero como se produjo apenas dos semanas después de empezar y debido a su trascendencia, creo que va mejor aquí. Me refiero, por supuesto, al día más negro de la franquicia de Cleveland: el traspaso de Ron Harper el 26 de Noviembre de 1989.

Resulta difícil imaginar otro traspaso peor concebido o realizado. Al menos, Abdul Jabbar fue traspasado porque se negaba a seguir en Milwaukee; al menos, Wilt Chamberlain tenía un contrato financieramente ruinoso para su equipo; al menos, Shaquille O’Neal y Kobe Bryant estaban peligrosamente cerca de iniciar una competición de rap. Al menos, tenían alguna excusa.

Ron Harper fue traspasado porque no les gustaban sus amigos. Así como suena. Algunos de los amigos del círculo habitual de Harper eran personajes de catadura moral y legal dudosa, y al menos uno estaba siendo investigado por tráfico de drogas. Cuando la franquicia lo supo, les entraron las dudas: no tenían absolutamente ningún motivo para sospechar personalmente de Harper como traficante o consumidor, pero los casos de Len Bias, Chris Washburn, Roy Tarpley, Lewis Lloyd, Mitchell Wiggins y medio equipo de los Suns estaban demasiado recientes. Se le insinuó que cambiara de amistades, y Ron Harper respondió inequívocamente que osculearan sus negros cachetes de atrás. Hoy es difícil saber quién tomó la decisión, ya que todos han afirmado en alguna ocasión que fueron “los demás” quienes terminaron inclinando la balanza. Es indudable que todos compartían tanto las dudas sobre Harper como la conciencia de que era un grandísimo jugador y básico en el equipo; probablemente, la decisión final la tomaron solidariamente el entrenador Lenny Wilkens, el GM Wayne Embry y sobre todo el propietario Gordon “Ojo de Halcón” Gund, que parece haber sido el responsable de la decisión final (como por otra parte es comprensible).

Sin embargo, en el debe de Embry hay que asignar, sin lugar a dudas, la elección de qué traspaso realizar. Exactamente qué se le infundió al pobre hombre para enamorarse del juego de Danny Ferry posiblemente nunca lo sabremos; lo que sí sabemos es que (contra la opinión de Lenny Wilkens, que no quería a esos jugadores) Cleveland recibió a Danny Ferry (a la sazón jugando mediocremente en Il Messagero debido a su comprensible negativa a incorporarse a los Clippers) y a Reggie Williams a cambio de Ron Harper... más dos primeras rondas (1990, 1992) y una segunda ronda (1991) del draft.


Luego fui calvo y campeón con los Spurs.

Vamos a ver, Wayne Embry, que me estoy volviendo loco: traspasas a tu escolta atlético estrella, ¿y pides a cambio a un alero blanquito, lento y tirador? ¿Más un pufo del draft como Reggie Williams? ¿Y encima das dos primeras rondas? Para compensar, ¿no? Para acabarlo de empatar, cuando Ferry decida incorporarse al equipo, lo hará firmando un pantagruélico contrato por 10 años y $34 minolles. No diga Danny Ferry, diga Jon Koncak.

Y sospechaban que Ron Harper podía estar metido en el mundo de la droga. Ya. Pues todos los demás sospechamos que era Wayne Embry el que podía estar metido en el mundo de la droga, con semejante traspaso.


¿Balon-qué?

2 comentarios

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Tears are the silent language of grief.

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For evil news rides fast, while good news baits later.