Es la gloria y la tragedia de los Rens que la causa misma de su fama sirva para oscurecer la base de sus merecimientos. Hay que tener mucho cuidado al alabarlos por ser auténticos pioneros, por abrir nuevos caminos y por afrontar el racismo y la discriminación allá donde fueron desde 1923 a 1949, porque corres el riesgo de dejar en el olvido el reconocimiento de aquél de sus rasgos que más lucharon por defender. Más que pioneros, más que una lección en historia y dignidad, recordemos a los Rens como un fantástico equipo de baloncesto. Blancos, negros o estampados, sabían jugar.
"To this day, I have never seen a team play better team basketball. They had great athletes, but they weren't as impressive as their team play. The way they handled and passed the ball was just amazing to me then, and I believe it would be today."
(John Wooden, que jugó contra ellos como miembro de los Indianapolis Kautskys)
Los Rens fueron fundados en 1923 por Robert L. Douglas, el llamado “padre del baloncesto negro”. Douglas se había establecido en Nueva York procedente de las Indias Occidentales británicas, y en 1919 creó dos equipos amateur en Harlem (los Spartan Braves y Spartan Hornets), que competían contra rivales locales fueran blancos o negros. Sin embargo, en esta época cualquier jugador que cobrara una mínima cantidad quedaba expulsado de las competiciones amateur, y Bob Douglas terminó migrando al baloncesto profesional de manera natural.
(Bob Douglas es el primero por la derecha)
En los años 20 se vivía un auténtico estallido de expresión negra en Harlem, centrada sobre todo en la música y el baile, y se abrieron numerosos salones de baile en toda la zona. Uno de ellos fue el Renaissance Casino Ballroom, abierto por William Roach en 1922. El Renaissance era un sitio fino, elegante y de nivel; Duke Ellington, Count Basie o Ella Fitzgerald actuaron en él. Estaba de moda incluir otros espectáculos en las salas de baile, y así Roach acordó cederle la segunda planta a Douglas para partidos de baloncesto. El 3 de Noviembre de 1923, los Rens derrotaron a los “Collegiate Five” (probablemente un combinado local) 28-22.
Durante la década de los años veinte los Rens, jugando en el Renaissance Casino o en otros locales de la ciudad, se convirtieron en el segundo mejor equipo de baloncesto por detrás de los Original Celtics. La experiencia de los Rens como equipo en sala no duró demasiado. Al acercarse la gran depresión, la moda de los casinos de baile lujosos y caros se desvaneció, y en 1928 los Rens tuvieron que aceptar la idea de que la única forma de sobrevivir sería mediante giras más amplias, por el Medio Oeste y otras regiones más alejadas de la ciudad. En 1933 empezaron a incluir giras por el Sur, y es donde las cosas se pusieron feas: frecuentemente tenían que abandonar las ciudades a toda prisa, y elegir cuidadosamente dónde repostar, comprar alimentos o alojarse. No era raro que tuvieran que dormir en su vetusto autobús, apodado “The Blue Goose”.
Deportivamente, los Rens alcanzaron su cota más alta en la década de los 30, cuando al fin superaron definitivamente a los Celtics para ser reconocidos como mejor equipo del mundo. Conocidos como “los Siete Magníficos” (Charles "Tarzan" Cooper, John "Casey" Holt, James "Pappy" Ricks, Eyre "Bruiser" Saitch, William "Wee Willie" Smith, Bill Yancey, y el entrenador-jugador Clarence "Fat" Jenkins), en 1938 los Rens ficharon al que seguramente fuera el mejor jugador de su época: William “Pop” Gates. Gates andaba entrenando con los Harlem Yankees, el “sparring” para las pachanguitas de pretemporada de los Rens, y los Rens no tardaron demasiado en percibir el auténtico valor de este monstruo del baloncesto.
("Pop" Gates)
Baloncestísticamente, los Rens eran muy diferentes a los Original Celtics. Los Celtics se basaban en una defensa presionante y un ataque basado en el bote de Nat Holman (el único base de la época capaz de mirar a un lado y pasar al otro) y de Joe Lapchick al poste. Los Rens, en cambio, jugaban un baloncesto mucho más rápido y agresivo. El mandamiento fundamental era que el balón viaja más rápido que el jugador, así que el pase tenía preeminencia sobre el bote.
Los enfrentamientos entre ambos equipos se hicieron legendarios, alcanzando una asistencia máxima de 15000 espectadores. Los emparejamientos se hicieron famosos, Joe Lapchick y Dutch Dennert contra “Tarzán” Cooper y “Wee” Willie Smith; “Pretzel” Banks contra “Fat” Jenkins; Nat Holman contra “Pop” Gates. Gates no era un base superlativo como Holman, pero sí el jugador más completo de su era (anotador, reboteador, defensor), y dominaba el juego ofensivo de los Rens con sus entradas a canasta, aprovechando su manejo del balón ¡con las dos manos!
"The Rens learned a lot from the Celtics. They played with their heads. And when we played other teams, we instituted a lot of their stuff -- playing smart basketball, setting each other up. They were good teachers and, after a while, the student started taking it to the teacher."
(John Isaacs)
Los Rens terminaron la década como dominadores absolutos, derrotando a los Harlem Globetrotters y a los Okosh All-Stars (campeones de la NBL) para conquistar el primer “World Professional Basketball Tournament” en 1938. Bob Douglas regaló a los jugadores unas chaquetas conmemorativas bordadas con el lema "N.Y. Rens - Colored World Champions." Los jugadores cogieron una navaja y descosieron la palabra “colored”; recuerda, no subestimes el corazón de un campeón.
La década de los 40 marca la decadencia de los Rens y del barnstorming en general. La guerra mundial, primero, y la competencia de las emergientes ligas profesionales fueron minando la base comercial de los equipos independientes. Como equipo negro, los Rens estaban totalmente al margen de estas ligas, sin capacidad de integración. ¿O no es así? En 1943 “Wee Willie” Smith jugó con los Cleveland Chase Brass de la NBL, y en 1946 “Pop” Gates jugó con los Buffalo Bisons (que terminaron la temporada como los Tri-Cities Blackhawks, no preguntes). Sin embargo, eran ya jugadores en la cuesta abajo de sus carreras, y su impacto en la liga fue mínimo. De hecho, la NBL como liga estaba en sus últimos estertores, agobiada por la más boyante BAA, y cuando en 1948 sus dos mejores equipos (Minneapolis Lakers y Rochester Royals) se fueron a la otra liga, el final de hizo tan inminente como evidente.
(Los Buffalo Bisons; en el centro, "Pop" Gates)
Pero aún les quedaba un cartucho a los envejecidos Rens. El 17 de Diciembre de 1948, y con un balance de 2 victorias y 17 derrotas, los Detroit Vagabond Kings de la NBL hicieron honor a su nombre y se declararon en quiebra. En angustiosa necesidad de un equipo para rellenar su hueco, el presidente de la NBL Mike Duffy solicitó a los Rens que se incorporaran a la liga. Convertidos en los Dayton Rens y entrenados por “Pop” Gates, con un balance de 14 victorias y 26 derrotas, los Rens fueron el único equipo negro en jugar una liga blanca de baloncesto profesional.
Desgraciadamente, ya era demasiado tarde. La NBL se disolvió en una especie de fusión controlada con la BAA, y la nueva NBA no aceptaba negros. Abe Sapperstein compró al equipo para usarlo de “teloneros” de sus Globetrotters, con la idea de empezar con un partido de los Rens y seguir con el plato fuerte de los Trotters, pero no funcionó.
Los New York Renaissance se disolvieron en 1949, y son uno de los cinco equipos incluidos en el Hall of Fame de Springfield. Además, fueron pioneros en la lucha contra la discriminación racial; no ha sido fácil no escribir sobre ello, pero para eso estaba el punto anterior. Éste va de buenos jugadores y de grandes equipos.