Joe Lapchick y los Rens
quote:I was five years old and looked outside my bedroom window in Yonkers, New York, which is the town I was raised in, and saw my father’s image swing from a tree with people under the tree picketing. And for several years after that, I would pick up the extension phone in the home, upstairs, my Dad not knowing I was listening, and it was ‘Nigger lover, nigger lover, nigger lover’, and I didn’t know what it meant, except that a lot of people didn’t like this man, who was for me the sun, the moon and the stars. And 28 years later, when I was involved with the Anti-Apartheid movement, my son Joe, who was five years old, named after my father at the time and my father the reason for those hate calls, and the picketing, was because my Dad had integrated the National Basketball Association, he was the coach of the New York Knickerbockers and had signed the first black player to play in the NBA. And my son came to me in our home in Virginia and said, ‘Daddy, are you a nigger-lover?’ and I stepped back, and I said, ‘Joey, what do you think that is?’ and he said, ‘I don’t know, but some mean man just called me on the phone and told me you were one.’
Richard Lapchick (en 1978, debido a su papel en la organización de boycotts a Sudáfrica, dos encapuchados atacaron a Richard Lapchick en su casa, le causaron lesiones en el hígado y los riñones, y le grabaron “nigger” en la barriga con unas tijeras; la policía declaró oficialmente que no había sospechosos y que las heridas “podían haber sido autoinflingidas”; Richard Lapchick no modificó sus actividades)
Joe Lapchick fue posiblemente la mayor estrella de los Original Celtics en las décadas 20 y 30. Durante estos años no cabía la menor duda de que solamente un equipo podía disputarles la consideración de “mejor equipo del mundo” eran los New York Renaissance. Durante esos años, los enfrentamientos entre ambos equipos alcanzaron consideraciones míticas, se anunciaban con gran antelación y las entradas se vendían a precios que para la época solamente cabe describir como astronómicos. Con el tiempo y el contacto, ambos equipos llegaron a profesarse un respeto y admiración mutua; en el pequeño mundillo del baloncesto profesional, el trato estrecho terminó derivando en amistad personal. Muchas veces, después de los partidos, Joe Lapchick invitaba a Bob Douglas (propietario de los Rens) a tomarse algo juntos comentando la jugada. “Esta noche no, Joe” contestaba invariablemente Douglas.
Eso era algo que Lapchick no podía comprender; conocía el racismo, había visto restaurantes que se negaban a servir a los Rens, incluso dueños de gasolineras que se acercaban a su autobús rifle en mano para indicarles que siguieran adelante; habían tenido que salir escoltados por la policía de más de un partido, por el simple delito de jugar juntos blancos y negros, pero él siempre había pensado en ir a algún bar donde sirvieran a negros. Pero una noche conoció el resto. Esa noche insistió, y esa noche Bob Douglas se lo explicó. Le explicó durante horas que había cosas peores que el hecho de que se negaran a servirte en cuatro pueblos de mala muerte. Había más sitios, muchos más, donde no se negarían a servirte pero todo el bar te estaría mirando en silencio hasta que te fueras. Había todo un mundo del que no te expulsaba ninguna ley, pero al que no podías entrar con tu dignidad y no entrarías sin ella.
Después de esa noche cambiaron algunas cosas. Desde esa noche, Lapchick saludaba al pívot de los Rens, “Tarzán” Cooper, con un abrazo en vez de darle la mano, para señalar su respeto por el único rival al que no podía vencer. Cuando supieron que frecuentemente los Rens recibían cheques sin fondos mientras los Celtics cobraban en metálico, convenció al equipo para que desde entonces fueran los Rens los que cobraran en metálico (nadie se atrevería a dar un cheque sin fondos a los famosísimos Original Celtics). Cuando se fundó la ABL, los Celtics se negaron a integrarse en ella si no era a la vez que los Rens, y solamente la estrechez económica pudo obligarlos a ceder.
Después de su retirada, cuando se fundó la BAA (antecesora de la NBA) y Joe Lapchick fue nombrado entrenador de los Knicks, presionó para que los Rens fueran admitidos y, cuando los rechazaron, solamente la petición personal de Bob Douglas impidió su dimisión fulminante. El primer negro que jugó un partido de la NBA fue Nate “Sweetwater” Clifton, y lo hizo para los New York Knicks de Joe Lapchick; y por ello colgaron monigotes con su nombre de las farolas de su calle y les prendieron fuego.
Presentación oficial de “Sweetwater” Clifton. Sentado, Joe Lapchick.
También por ello, cuando murió en 1970 hubo que hacer un velatorio de dos días para que todos los que hacían cola pudieran pasar por delante de su ataúd. Por ello pusieron altavoces fuera de la iglesia, para que la muchedumbre que no cabía dentro pudiera seguir el servicio funerario. Por ello el entierro fue retransmitido en directo por una cadena local de televisión.
Había mucha gente en el cementerio. Durante el recorrido, vi a varios ancianos negros. En el cementerio me acerqué a ellos. Uno me abrazó y me dijo: “Soy Bob Douglas, un viejo amigo de tu padre. Éstos son miembros de los Rens”.
Aquí escribo "Joe Lapchick" porque es el nombre por el que se lo conoció. Yo pienso en él como señor Lapchick. Señor Joseph Lapchick, para distinguirlo del hijo.
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