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Mis Fantasmas Favoritos

Draft 1981

1ª ronda nº 1: Mark Aguirre.
1ª ronda nº 9: Rolando Blackman.
2ª ronda nº 1: Jay Vincent.
2ª ronda nº 20: Elston Turner.



Después de todas las tribulaciones y decepciones del draft de 1980, el draft de 1981 sentó las bases del que sería el gran equipo de Dallas en los ochenta. Tras muchas dudas, los Mavs optaron por Aguirre por delante de su buen amigo Isiah Thomas en la que se consideraba la decisión más difícil del draft; en último término, Dallas optó por el viejo “caballo grande, ande o no ande”. En el nº 9 tenían la elección que habían recibido de Denver a cambio de Vandeweghe, y volvieron a acertar con un Rolando Blackman que llegaba con gran cartel de la universidad. Por poner en un contexto, los pufos de este mismo año fueron gente como Al Wood (nº 4), Danny Vranes (nº 5) o Jeff Lamp (nº 15). La segunda ronda fue aún más provechosa para Dallas, ya que se encontraron con que estaba disponible Jay Vincent, hombre alto ex compañero de Magic Johnson en Michigan State. También eligieron al final de esta ronda a un escolta, Elston Turner, con la elección que recibieron de Phoenix a cambio de Wiley Peck. Turner no pasó de suplente decentillo, y cabe calificarlo de elección fallida si consideramos que el mejor jugador islandés de todos los tiempos aún estaba disponible.

De entre las elecciones en rondas más bajas de los Mavericks, destaca nuestro viejo conocido Art Housey en 3ª ronda, además del pobre John Hollinden, un gigantesco pívot de 2.30 y escasísimo talento que fue drafteado en 9ª ronda. Iba a fichar por un equipo sueco cuando sufrió un accidente automovilístico ese mismo verano que le causó lesiones irreversibles en la columna vertebral.

Altas y Bajas

Había llegado el momento de hacer limpia en el equipo de toda la morralla. Huston ya había sido traspasado, Boynes cortado y Drollinger se había retirado, pero aún quedaban unos cuantos restos de serie de los que deshacerse este segundo verano: Marty Byrnes, Abdul Jeelani y Stan Pietkiewicz fueron cortados para dejar hueco a las nuevas incorporaciones a la plantilla. Además, en un buen movimiento de la franquicia, Bill Robinzine fue traspasado a los Utah Jazz a cambio del pívot especialista defensivo Wayne Cooper y el veterano alero Allan Bristow (un pasador sorprendentemente efectivo). La carrera de Robinzine estaba casi acabada, mientras que Cooper y Bristow mejoraban el juego interior de Dallas para la temporada siguiente. También ficharon a Kurt Nimphius como agente libre, y consiguieron los derechos sobre Brad Branson de Detroit, aunque lo cortaron sin llegar a debutar.

La Plantilla

La rotación resultante estaba clara, y mostraba una clara mejora con respecto al año anterior:

PG Brad Davis / Elston Turner
SG Rolando Blackman / Jim Spanarkel
SF Mark Aguirre / Allan Bristow
PF Sam Vincent / Tom LaGarde
C Wayne Cooper / Kurt Nimphius
Toalla: Scott Lloyd, Clarence Kea.

Casi se duplica el número de victorias: 1981-82
Balance: 28-54 (34%). Playoffs: No.


Como era de esperar, la renovación casi completa del quinteto titular (solamente Brad Davis permanece de la temporada anterior) trajo consigo una mejora notable en los resultados del equipo, a pesar de un catastrófico comienzo (llegaron a estar 1-13). El resultado hubiera podido ser aún mejor si Mark Aguirre no se hubiera roto un dedo del pie en una prórroga contra Denver en Diciembre, lo que le hizo perderse un par de meses de competición y obligó a los Mavericks a “tirar” de Spanarkel, Turner y Bristow más de la cuenta.

Mark Aguirre ya empezó a dar muestras de la estrella que iba a llegar a ser, mientras que Rolando Blackman empezó quizás más despacio aunque con solidez. Sin embargo, la gran sorpresa fue el “Big Daddy”, Jay Vincent, que terminó como máximo anotador y segundo máximo reboteador del equipo (por detrás de Cooper), y fue el único de los tres incluido en el quinteto ideal de rookies. Así eran los ochenta, niños y niñas: Aguirre promedió 19 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias y no entró en el quinteto de rookies.

En general, la mejora del equipo vino en el ataque: se anotaban más puntos, se daban más asistencias, se capturaban más rebotes. Por contra, el talón de aquiles seguía siendo una defensa excesivamente porosa: se concedían demasiados puntos y con demasiado porcentaje, y no se cerraba del todo bien la zona. Aquí pesaba mucho que los aleros, Aguirre y Vincent, estaban firmemente convencidos de que la defensa era algo que le pasaba a otra gente.

Otra cuestión que se iría agravando con el tiempo era la relación entre Dick Motta y Mark Aguirre. Aunque aún no se produjeron choques este primer año, Aguirre llegó con fama de no ser demasiado trabajador, y sobre todo con una apariencia rechonchita que le hizo ganarse apodos tales como “The Muffin Man” o “Pillsbury Doughboy”; aunque posteriormente se alegara que pruebas médicas demostraron que Aguirre no tenía un coeficiente de grasa alto, su mismo aspecto jugaba en su contra. Y no hablo solamente de la barriguita.

Una cita de Dick Motta para acabar el año: “My hometown was so small we didn't even have a village idiot. Me and my brother had to take turns.”

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