1988-1989
Temporada 1988-89: Frank Layden.
51-31 (62%). Playoffs: 1ª Ronda.
PG: John Stockton / Jim Les
SG: Darrell Griffith / Bobby Hansen
SF: Marc Iavaroni / Thurl Bailey
PF: Karl Malone / Mike Brown
C: Mark Eaton / Eric Leckner
Toalla: “Piculín” Ortiz, Jim Farmer.
Esta temporada se terminó de completar la rotación que recordamos de los Jazz, con la llegada de Mike Brown. Fue también la única temporada de “Piculín” en el equipo, en la que apenas contó con minutos debido por una parte al poco uso del banquillo que se hacía en el equipo, y por otro a su falta de físico para competir con las bestias que poblaban las zonas de la NBA. Curiosamente, a pesar de sus pocos minutos sí que salió de titular un buen puñado de veces, durante un experimento de los típicos de este equipo en el que probaron a sacarlo como falso titular por delante de Thurl Bailey, en lugar de Iavaroni que era el que normalmente ocupaba ese rol. El otro cambio en el titular, éste más permanente, fue el retorno de Darrell Griffith al puesto de “dos” por delante de Bobby Hansen (que para colmo se perdió casi toda la segunda vuelta, como comentaremos).
La mayor parte de los cambios realizados este verano consistieron principalmente en deshacerse de “peso muerto” que había acompañado a la franquicia en temporadas recientes: Rickey Green, un veterano aún válido al que la eclosión Stockton había dejado sin minutos, fue elegido por Charlotte Hornets en el draft de expansión. También Kelly Tripucka terminó en Charlotte, traspasado a cambio de Mike Brown.
Show me your brown love!
“There’s only room in the team for one pot-belly”. Con esas palabras, Frank Layden describió a las claras su opinión sobre Mel Turpin, otro que partiría con rumbo a algún equipo hoy en el triángulo de los pantalones cortos para ser sustituido por la primera ronda de este año, Eric Leckner.
“Fast guys get slow. Big guys don't shrink.” (Layden)
En el fondo del banquillo, gente como Roth o Hughes fueron cortados para dar entrada al diminuto Jim Les y al mencionado Ortiz, pero el cambio principal fue el de Bart Kofoed por sus especiales causas: en la fiesta de Nochevieja del equipo, y por razones desconocidas, Kofoed y Hansen tuvieron un enfrentamiento que terminó a puñetazos y con Hansen en el hospital con un pómulo roto. Bobby Hansen se perdió media temporada, y Bart Kofoed fue cortado al día siguiente y sustituido por nuestro viejo conocido Jim Farmer (ex de Dallas Mavericks).
Bart Kofoed parece haberse enmendado y actualmente preside una fundación benéfica en la que colaboran David Thompson y Bobby Jones.
La gran noticia de la temporada fue, sin embargo, la dimisión de Frank Layden después de solamente 17 partidos (11-6), y su sustitución por su asistente Jerry Sloan. Irónicamente, el stress derivado de la mejora del equipo y el consiguiente aumento de las expectativas fue demasiado para el hombre que había soportado derrota tras derrota con una sonrisa en los ojos y un chiste en los labios. Se miró al espejo y vio a un hombre que comía demasiado, que bebía demasiado y que se teñía el pelo para no aceptar su edad. Se retiró de las canchas, como se retiraría años después en la WNBA y por las mismas causas, y se quedó en las oficinas. Aunque a veces aún lo encontraban por las mañanas en el Delta Center, tirándose unas canastitas antes de que llegara nadie. Extrañado al verlo solo, un jugador le preguntó una vez “¿con quién estás jugando?”. “Con Pete Maravich”, contestó Frank Layden.
Bajo Sloan, los Utah Jazz acentuaron su carácter: eliminación del concepto “cansancio” para los titulares, uso y abuso de la capacidad de pase de John Stockton, y anotación masiva de un Karl Malone que se disparó al segundo lugar de la tabla de anotadores por detrás de no sé quién. Volvieron a ganar el título de división, pero cuando entraron en playoffs con toda la pompa y circunstancia se vieron sorprendidos por los Warriors del “Run TMC” (aún sin Hardaway, para mayor escarnio), que ganaron los dos primeros partidos en Utah para barrer 0-3 a unos Jazz que se quedaron sin saber de dónde les venían los palos.
Ésta sería la norma de las temporadas siguientes: más de 50 victorias en fase regular, seguidas de bochornosas derrotas en playoffs (1990 – Suns, 1991 – Blazers, 1994 – casi los Nuggets, 1995 – Rockets). Más que la entidad de los rivales, escocía la suficiencia con la que eran derrotados, o los problemas que les daban equipos netamente inferiores. A partir de 1996, sin embargo, los Jazz lograrían dar el salto a primer nivel y luchar al fin por el anillo en dos emocionantes finales contra los Chicago Bulls de Michael Jordan.
Pero ésa es otra historia, y su director de escena es Jerry Sloan. En 1999, Frank Layden decidió retirarse de sus responsabilidades en la franquicia a sus 68 años. Dejó el siguiente mensaje en su contestador telefónico:
51-31 (62%). Playoffs: 1ª Ronda.
PG: John Stockton / Jim Les
SG: Darrell Griffith / Bobby Hansen
SF: Marc Iavaroni / Thurl Bailey
PF: Karl Malone / Mike Brown
C: Mark Eaton / Eric Leckner
Toalla: “Piculín” Ortiz, Jim Farmer.
Esta temporada se terminó de completar la rotación que recordamos de los Jazz, con la llegada de Mike Brown. Fue también la única temporada de “Piculín” en el equipo, en la que apenas contó con minutos debido por una parte al poco uso del banquillo que se hacía en el equipo, y por otro a su falta de físico para competir con las bestias que poblaban las zonas de la NBA. Curiosamente, a pesar de sus pocos minutos sí que salió de titular un buen puñado de veces, durante un experimento de los típicos de este equipo en el que probaron a sacarlo como falso titular por delante de Thurl Bailey, en lugar de Iavaroni que era el que normalmente ocupaba ese rol. El otro cambio en el titular, éste más permanente, fue el retorno de Darrell Griffith al puesto de “dos” por delante de Bobby Hansen (que para colmo se perdió casi toda la segunda vuelta, como comentaremos).
La mayor parte de los cambios realizados este verano consistieron principalmente en deshacerse de “peso muerto” que había acompañado a la franquicia en temporadas recientes: Rickey Green, un veterano aún válido al que la eclosión Stockton había dejado sin minutos, fue elegido por Charlotte Hornets en el draft de expansión. También Kelly Tripucka terminó en Charlotte, traspasado a cambio de Mike Brown.
Show me your brown love!
“There’s only room in the team for one pot-belly”. Con esas palabras, Frank Layden describió a las claras su opinión sobre Mel Turpin, otro que partiría con rumbo a algún equipo hoy en el triángulo de los pantalones cortos para ser sustituido por la primera ronda de este año, Eric Leckner.
“Fast guys get slow. Big guys don't shrink.” (Layden)
En el fondo del banquillo, gente como Roth o Hughes fueron cortados para dar entrada al diminuto Jim Les y al mencionado Ortiz, pero el cambio principal fue el de Bart Kofoed por sus especiales causas: en la fiesta de Nochevieja del equipo, y por razones desconocidas, Kofoed y Hansen tuvieron un enfrentamiento que terminó a puñetazos y con Hansen en el hospital con un pómulo roto. Bobby Hansen se perdió media temporada, y Bart Kofoed fue cortado al día siguiente y sustituido por nuestro viejo conocido Jim Farmer (ex de Dallas Mavericks).
Bart Kofoed parece haberse enmendado y actualmente preside una fundación benéfica en la que colaboran David Thompson y Bobby Jones.
La gran noticia de la temporada fue, sin embargo, la dimisión de Frank Layden después de solamente 17 partidos (11-6), y su sustitución por su asistente Jerry Sloan. Irónicamente, el stress derivado de la mejora del equipo y el consiguiente aumento de las expectativas fue demasiado para el hombre que había soportado derrota tras derrota con una sonrisa en los ojos y un chiste en los labios. Se miró al espejo y vio a un hombre que comía demasiado, que bebía demasiado y que se teñía el pelo para no aceptar su edad. Se retiró de las canchas, como se retiraría años después en la WNBA y por las mismas causas, y se quedó en las oficinas. Aunque a veces aún lo encontraban por las mañanas en el Delta Center, tirándose unas canastitas antes de que llegara nadie. Extrañado al verlo solo, un jugador le preguntó una vez “¿con quién estás jugando?”. “Con Pete Maravich”, contestó Frank Layden.
Bajo Sloan, los Utah Jazz acentuaron su carácter: eliminación del concepto “cansancio” para los titulares, uso y abuso de la capacidad de pase de John Stockton, y anotación masiva de un Karl Malone que se disparó al segundo lugar de la tabla de anotadores por detrás de no sé quién. Volvieron a ganar el título de división, pero cuando entraron en playoffs con toda la pompa y circunstancia se vieron sorprendidos por los Warriors del “Run TMC” (aún sin Hardaway, para mayor escarnio), que ganaron los dos primeros partidos en Utah para barrer 0-3 a unos Jazz que se quedaron sin saber de dónde les venían los palos.
Ésta sería la norma de las temporadas siguientes: más de 50 victorias en fase regular, seguidas de bochornosas derrotas en playoffs (1990 – Suns, 1991 – Blazers, 1994 – casi los Nuggets, 1995 – Rockets). Más que la entidad de los rivales, escocía la suficiencia con la que eran derrotados, o los problemas que les daban equipos netamente inferiores. A partir de 1996, sin embargo, los Jazz lograrían dar el salto a primer nivel y luchar al fin por el anillo en dos emocionantes finales contra los Chicago Bulls de Michael Jordan.
Pero ésa es otra historia, y su director de escena es Jerry Sloan. En 1999, Frank Layden decidió retirarse de sus responsabilidades en la franquicia a sus 68 años. Dejó el siguiente mensaje en su contestador telefónico:
quote:‘The longer I live, the more beautiful life becomes.’ Those are the words of Frank Lloyd Wright. Now I am waiting to see if Frank Lloyd Wright was right! Look forward to talking to you. Thanks for being our friend. We're retiring now. This is Frank Layden signing off.
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