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Mis Fantasmas Favoritos

Draft 1988

2ª ronda nº 21: Morlon Wiley.


Who?

Como se ha mencionado anteriormente, este año los Mavericks no tuvieron elección de primera ronda, ya que la enviaron a Miami a cambio de que los Heat se comprometieran a no elegir a ninguno de los jugadores desprotegidos por Dallas (Uwe Blab, Steve Alford, Bill Wennington) en el draft de expansión que se celebró este verano. Así fue, y los Heat eligieron a Arvid Kramer, que seguía labrándose una respetable carrera en el baloncesto alemán. Curiosa, por cierto, la vinculación entre Alemania y los Mavericks. Aunque resulta difícil comprender qué razones pudieron mover a los Mavs a pensar que valía la pena proteger a ese trío de paquetes blanquitos, tampoco se puede decir que perdieran demasiado ya que su ronda era bastante baja y no produjo un jugador destacado: Miami eligió con el nº 20 a Kevin Edwards, un escolta aceptable pero poco más.

Para colmo, Dallas drafteó en segunda ronda a Morlon Wiley, un base bastante gris pero que ponía más en solfa el papel de Alford en el equipo.

Altas y Bajas:

A diferencia de lo que ocurriría durante la temporada, el verano trajo pocos cambios. Dallas fichó al veteranísimo Terry Tyler, ya en su última temporada, para completar la rotación interior, y cortaron primero a Jim Farmer y, apenas comenzada la temporada, a Steve Alford.



Lo cual sin duda me hace preguntarme... ¿para qué regalaron a Miami su primera ronda? Vale que era una ronda baja, vale que Edwards no pasó de correcto, pero apenas empezada la temporada siguiente Alford ha sido cortado y Tyler es el nuevo cuarto pívot por delante de Wennington y Blab. ¿Es eso lo que querías proteger? Bah.

La Plantilla

PG Derek Harper / Brad Davis
SG Rolando Blackman
SF Mark Aguirre / Detlef Schrempf
PF Sam Perkins / Roy Tarpley
C James Donaldson / Terry Tyler
Toalla: Bill Wennington, Morlon Wiley, Uwe Blab.

Supongo que no será necesario aclarar una vez más que los auténticos suplentes son Davis, Schrempf y Tarpley, y que el resto están a verlas venir. De todas formas, esta plantilla pronto sufrirá cambios tan profundos como dramáticos.

El Desastre: 1988-89
Balance: 38-44 (46%). Playoffs: No.


Después de su brillante papel en los playoffs de 1988, los Dallas Mavericks eran una de las franquicias de moda. Con los Lakers envejeciendo a ojos vista y unos Mavericks que parecían haberse consolidado, muchos eran los analistas que apostaron por Dallas como principal rival de los Lakers en el Oeste para la temporada 88-89. Y a juzgar por el arranque de los Mavericks (9-3, el mejor de la franquicia hasta la fecha), no estaban equivocados.

Sin embargo, la temporada de Dallas se vino abajo estrepitosamente a principios del año siguiente. El 5 de Enero, y con el equipo plantado en un prometedor 17-10, la NBA anunció que Roy Tarpley quedaba sancionado indefinidamente por violar la política sobre drogas de la liga, y se perdió prácticamente toda la temporada. Para completar la plantilla, Dallas contrató al escolta Anthony “carne de banquillo” Jones, lo que no solucionó gran cosa. Pero lo más grande estaba aún por llegar.



El 15 de Febrero, los Dallas Mavericks traspasaron a Mark Aguirre a Detroit a cambio de Adrian Dantley más una primera ronda para 1991 (LaBradfor Smith). Dallas había intentado hacer un Aguirre más Perkins a cambio de Dantley más Salley, pero Detroit se negó y presentó la contraoferta que pese a muchas dudas los Mavericks teminaron aceptando. Dantley se tomó muy mal el traspaso, y durante ocho días se negó a incorporarse a la franquicia texana, mientras las cámaras de televisión se plantaban delante de su casa esperando a que saliera.

Con Tarpley sancionado, Aguirre traspasado y Dantley desaparecido, los Mavericks necesitaban un refuerzo interior inmediatamente. Dallas envió a Detlef Schrempf más una segunda ronda para 1990 (Antonio Davis) a Indiana a cambio del veterano pívot Herb Williams. Era dar demasiado por un Williams que a pesar de tener posteriormente una larguísima carrera en los Knicks, nunca volvió a acercarse al magnífico rendimiento que ofreciera sus primeros años en Indiana, pero los Mavs estaban desesperados y necesitaban anclar su juego interior.



Una vez más, la gran pregunta es para qué protegieron a Blab y Wennington.

A pesar de que el rendimiento de Schrempf en Indiana y posteriormente en Seattle fuera muy superior al ofrecido por Williams, este traspaso quedó vindicado un par de semanas después: los Mavericks aún estaban ajustándose a la llegada (por fin) de Dantley, cuando el 10 de Marzo de 1989 James Donaldson se rompió el tendón rotuliano de su rodilla derecha. Donaldson, que venía de ser All Star el año anterior, tuvo que salir de la cancha en camilla y no volvió a jugar en toda la temporada. Sin Tarpley ni Donaldson, la llegada de Herb Williams impidió un desastre aún mayor.

De todas formas, la temporada estaba más allá de toda esperanza de salvación. Suspensiones, lesiones y traspasos descuadraron al equipo de tal manera que fue imposible levantarlo, y Dallas quedó por primera vez fuera de playoffs desde 1983. El traspaso de Adrian Dantley no había resuelto los problemas del equipo, antes al contrario; a pesar de ser dos jugadores a priori muy similares (ambos aleros no muy altos que jugaban por la zona cumpliendo el mandamiento bíblico de “te ganarás el pan con el sudor de tu culo”), problemáticos en el vestuario y poco inclinados a la defensa, sí que había algunas diferencias notables entre ambos: Aguirre era tres o cuatro años más joven, para empezar, pero además su juego era más rápido, de más movimiento, y su tiro tenía mayor alcance, permitiéndole tirar de “tres”. Dantley se movía en la media distancia, en suspensiones o colocándose dentro de la zona para jugar en ataque casi como un “4” ó “5”; a cambio, se suponía que era un jugador más fiable en playoffs, ya que había sido el máximo anotador de Detroit en las pasadas finales mientras que Aguirre tenía cierta reputación de esconderse en los partidos decisivos. El resultado fue que el juego de Dallas se hizo más lento y laborioso, y que Adrian Dantley pasó a ocupar unos espacios en la zona que obstaculizaban los cortes a canasta de Blackman o Perkins.

Todo ello quedaría en un segundo plano, sin embargo, ante los reiterados problemas físicos que marcarían su etapa en Dallas y el final de su carrera. Las cosas no iban a mejorar para los Mavericks, como ya veremos.

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